08 Apr
08Apr

     Es tan reciente e impactante, que no podía no hablarles sobre el nuevo documental de Demi Lovato. Es crudo y real, mostrando de manera literal su vivencia y paso por las adiciones. Aborda durante 4 capítulos, muchos elementos y factores que influyeron en su sobredosis del 2018, no obstante, concentre aquí los que más me impactaron de una u otra manera.


     Siguiendo la cronología del documental, ella comienza describiendo con detalles y exactitud, qué ocurrió el día de la sobredosis, por tanto, a lo que estuvo expuesta y desde hace cuánto tiempo atrás había perdido el control. En este punto, ya se estaban jugando otros elementos; había dificultades con su equipo y manager anterior, su juicio de realidad y conciencia de enfermedad estaba completamente debilitado, terminó en un vórtice, un hueco del cual no sabía cómo salir, entró nuevamente en el ciclo de la adicción (Dancing with the devil). 


     Su relato es doloroso, se observa la transformación y movimiento de su cuerpo mientras habla, más es lo que dice él, que sus propias palabras. Un sentimiento de vacío acompaña su relato en todo momento (Intro).


     Posteriormente entramos en el periodo post sobredosis y ella ahora lidia con la decisión de entrar en rehabilitación para sanar. Aquí experimenté muchísima rabia con las regulaciones de la salud mental en Estados Unidos, porque ella no estaba en una condición suficientemente estable para tomar decisiones que la beneficiarán a sí misma. Si bien es cierto que a un adicto no se le puede llevar a cambiar o mejorar su situación si este no quiere o no está interesado, tampoco puedes como clínico, dejarlo a la suerte o incluso pensar que la persona tiene la fortaleza para dejar atrás su adicción por sí sola. Evidentemente, al caso por caso nos remitimos y un poco esa es la invitación al final del documental; Esta es la experiencia de Demi Lovato, lo que a ella le funciona, no necesariamente tiene que funcionarte a ti. 


     Por otro lado, uno de los elementos que más llamó mi atención fue su red de apoyo, que compone a su equipo anterior y actual, sus amigos y familia. Habían señales, intuiciones de sus propias hermanas y amigos que veían la pérdida del control, el sentimiento de vacío y la infelicidad, sin embargo, no fue suficiente para atajarle con tiempo. En el documental se justifican indicando la gran habilidad que tiene Demi para mentir y hacerte creer que todo en su vida está bien, pero pareciera ser más una experiencia de negación y evitación. Aquí me pareció súper importante, tomar en consideración el elemento cultural, estilo de crianza y vínculos afectivos, es decir, poner en una balanza la cultura americana y la cultura venezolana, que es de donde vengo y además con la cual trabajo en mi práctica diaria, para establecer un criterio más objetivo en cuanto a este sistema de apoyo que tiene, que ahora pareciera tener mayor presencia en la vida de Demi (Lonely People). 


     Resalta luego sus vaivenes con la bulimia nerviosa, así como, maltratos propiciados por su equipo anterior, quienes restringían con excesivo control su alimentación para mantener su peso estable. Hasta cierto punto, creo que ellos hacían lo que creían era lo mejor para ella, no obstante, nunca se destaca a un profesional de la salud mental y/o especialista en TCA que acompañará este proceso y precisamente la rigidez del proceso es lo que termina haciéndolo fallar (Melon Cake).


     Para el último capítulo, se establece mayor información sobre su diagnóstico, sobre el cual indica haber estado mal diagnosticada con bipolaridad. No obstante, sus relatos y experiencias de vida me llevaron a plantearme un trastorno borderline, que encaja con la inestabilidad en sus relaciones interpersonales, su adicción, su imagen corporal y su afecto.


“También digo esto con humildad, esta es una enfermedad muy poderosa [...] Tengo que trabajar todos los días para asegurarme que estoy en un buen lugar para no ir a esas cosas” -Demi Lovato.

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