El amor propio es un proceso que hacemos día a día en la medida que vamos aprendiendo y adquiriendo características y habilidades que hacemos propias, nuestras.
El amor propio parte de nuestro autoconcepto, el cúmulo de ideas y creencias que tenemos con respecto a nosotros mismos, es un estado de apreciación individual que permite el crecimiento de nuestras acciones físicas, psicológicas y espirituales.
El amor propio puede significar algo diferente para cada persona porque todos tenemos formas diferentes de cuidarnos. Averiguar cómo es el amor propio para cada uno de nosotros como individuo es una parte fundamental de nuestra salud mental.
El amor propio significa tener un gran respeto por tu propio bienestar y felicidad. El amor propio significa cuidar de tus propias necesidades y no sacrificar tu bienestar para complacer a los demás. El amor propio significa no conformarse con menos de lo que te mereces.
Para mí, el amor propio implica responsabilidad, responsabilizarse por lo que te gusta y lo que te disgusta. Aprender a ser cónsono con lo que sientes, dices y haces.
