En la infancia y especialmente en la adolescencia, los amigos juegan roles significativos para nosotros, representan como dice el dicho: “La familia que yo escogí”.
Nos vinculamos por gustos y similitudes en común, también por parentesco e ideales parecidos. Buscamos alguien que nos entienda, que nos comprenda y con quien podamos pasar momentos de aventuras (en pañales) y diversión.
Cada amistad es única y diferente, así como el vínculo, que se transforma y modifica en la medida que los involucrados en la interrelación crecen y viven experiencia juntos.
Hay amistades que duran toda una vida, mientras que otras son de momentos y te dejan grandes aprendizajes para el crecimiento individual, pues todas son importantes y significativas.
El punto de partida que inicia una amistad que es valiosa tiende a ser muy particular, a veces pienso si es puramente un gusto y facilidad de conexión con un otro, o también el destino pone de su magia. Hoy les puedo decir que nunca me imagine que Naruto me regalaría a mi mejor amiga, así como, una casualidad de una amistad perdida en la infancia me trajera en la universidad a mi partner.