15 Jan
15Jan

Para mamá y aquellas que nos cuidan:

     "Mamá" es la primera palabra que pronuncie en la niñez, casi sin ser consciente de que es a ti, a la que siempre recurro en busca de consuelo, de un abrazo o de una palabra de aliento. Creo que no tengo otra manera para decirte lo importante y lo valiosa que eres, quizá por ello todo lo que venga de ti lo siento profundamente, sea agradable o desagradable.

     Agradezco que hagas tu mayor esfuerzo para acompañarme, sé que no debe ser nada fácil considerando que nadie te enseñó a ser mi mamá, simplemente has aprendido y has decidido asumir ese rol. A mi tampoco me enseñaron a ser tu hijo, aprendo contigo y de ti a ser, este camino lo vamos construyendo juntos.

     Yo siempre he querido ser y hacer lo que tu haces, no existe nadie más increíble para mí que tú, me encanta verte, sentirte y saberte cerca de mí en mis planes, mis aventuras, mis aciertos y desaciertos, guiándome y apoyándome a tú estilo. A veces funciona, logramos estar en la misma página y en otras no, cada uno continua su vuelo solo, comprendes que no siempre estoy y estaré de acuerdo contigo. Valoro que entiendas que a veces tengo que vivirlo para reconocerlo y decidir por mi misma/o que es lo mejor para mi.

     Tu autenticidad me hace más genuino, verte reconocer lo degradable, aquello que no has hecho de la forma más asertiva, reconocer tus fallas y buscar de repararlas me hace más humano, me acerca también al error, a mis errores y lo que también puedo aprender de ellos, como puedo hacerlo mejor. Aprecio gracias a ti que lo desagradable es importante y forma parte de mi camino también.

     De ti también aprendí que me equivoco, que puedo hacerlo mal e inclusive herir a otros, los humanos nos equivocamos, lo que nos diferencia de otros seres es nuestra capacidad para reflexionar, comprender y hacerlo mejor para mí y para ti. Valoro mamá que cuando las cosas se ponen difíciles en el mundo de los adultos y pierdes el control o me hablas y  tratas de una forma que no era ideal, hagas luego el tiempo para disculparte conmigo y ayudarme a resolver lo que sea que está pasando con mi mundo. Aprendí que como humano meto la pata, sea niño o adulto, está en mí rectificar, reconocer y reparar para hacerlo mejor para mi, y para ti.

     Si pienso en una frase que te identifica es que me has sostenido para crecer, me has acompañado desde el cariño, reportando tu experiencia y dándome el permiso de decidir cuando fuese el momento adecuado. Me has dicho muchos si y muchos no sin duda también, en algunos momentos para protegerme, en otros para prevenirme. Me gustaría decirte que siempre te he escuchado, pero a veces no lo hago, necesito vivirlo. Agradezco saber que independientemente del resultado siempre estas ahí para apoyarme inclusive si el resultado fue desagradable y la estoy pasando mal.

     Cuando sea adulto quiero seguir aprendiendo de mi y de ti, quiero esforzarme y reconocerme como lo haces tú. Quiero hacerlo mejor para construir y aprender a sostener.

     Gracias mamá por tu esfuerzo, por estar pendiente, por darme aquello que no tuviste y por reconocerte diferente a mi, única, auténtica y fiel a sí misma.

Te valoro, te reconozco, te admiro, te quiero. Gracias mamá.

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